Rosas

Hace tiempo que no nos veíamos; la pandemia y la escuela nos mantenían algo aparte así que nos dispusimos a vernos un día en concreto -obviamente con todas las medidas de sanidad, las cosas no están como para permitirse ser un covidiota-.

Admito que no soy una persona con afinidad a las plantas; no es que no me gusten, si no que suelo enfocarme en otras cosas y es (vergonzosamente) probable que se me mueran. En lo absoluto no odio las plantas; se me hacen de lo más bonito que se puede encontrar en la naturaleza dada la enorme gamma y variedades de las mismas pero como todo, requieren su tiempo.

Al final del día, ella decidió regalarme unas rosas rosas. Lo escribo así porque su color es ese, y desconozco la especie (de nuevo, no soy un conocedor de las plantas). ¿Por qué de color rosa? Hay muchas formas de abordarlo, pero esto tiene un trasfondo que se remonta a algunos años atrás en una clase de literatura sobre el significado implícito en algunos poemas y textos; particularmente, uno sobre que las rosas blancas significaban solo amistad, las rojas amor etc. En este caso, aquellas de color rosa representan “cariño, protección y positividad”.

He de confesar que al principio estaba algo alarmado precisamente porque casi nunca había cuidado de plantas, y menos de algo tan demandante como lo supone una maceta de rosas. Afortunadamente vivimos en el siglo veintiuno, por lo que me dispuse a investigar cómo cuidarlas apropiadamente y ahora veo que no es tan complicado como me lo imaginaba en un inicio, solo debo de ser constante y cuidadoso además de prestar nucha atención por si llegan a presentar algún cuadro de enfermedad por hongos o alguna plaga.

Es curioso que ese sea el color elegido, pues no suele elegir cosas al azar.

Roses